El Risotto de calabaza es un plato reconfortante donde la dulzura de la calabaza se combina con el toque picante del queso, creando una mezcla de sabores excepcional. Su preparación es un ritual que requiere paciencia, pero el resultado final vale cada segundo dedicado en la cocina. Una delicia para disfrutar en cualquier época del año.
En este delicioso risotto de calabaza, la combinación de sabores y texturas crea una experiencia culinaria única.
La suavidad de la calabaza se mezcla perfectamente con el arroz y el queso rallado, resultando en un plato reconfortante y lleno de sabor.
Es ideal para compartir en una comida familiar o una cena acogedora entre amigos.
Ingredientes
500 gramos de Arroz
100 gramos de Cebolla
1 Diente de ajo
1 taza de Vino blanco
200 gramos de Calabaza
500 mililitros de Agua
½ Caldo de verdura en cubo
100 gramos de Manteca vegetal
Queso parmesano
1 pizca de Sal
1 pizca de Pimienta
Preparación
Paso 1 : En una cacerola, se vierten 500 ml de agua y se coloca medio dado de caldo de verdura, luego se lleva a hervir y se apaga el fuego una vez el dado esté completamente disuelto.
Paso 2 : Se corta ¾ de la calabaza en cubos de 1cm x 1cm, y el resto se tritura hasta obtener una pulpa.
Paso 3 : Se pica la cebolla bien fina, sin que sea más grande que el grano de arroz, y se dora con la mitad de la manteca.
Paso 4 : Una vez esté bien blanda, se agrega el arroz y se revuelve por un minuto.
Paso 5 : Se vierte el vaso de vino blanco, se mezclan bien todos los ingredientes y se lleva el fuego al máximo hasta que se evapore todo el alcohol del vino.
Paso 6 : Se incorpora un poco de caldo para cubrir el arroz y se revuelve, se sazona con sal y pimienta.
Paso 7 : Luego se agrega la calabaza previamente cortada y la pulpa de la misma.
Paso 8 : Se cocina de 20 a 30 minutos a fuego bajo, añadiendo caldo gradualmente a medida que el arroz lo absorbe.
Paso 9 : Una vez finalizada la cocción, se agregan cubos de manteca fría y queso rallado.
Paso 10 : Se revuelve bien y se sirve.